Ammo fue rescatado de la calle en febrero de 2014. Estaba muy enfermo y fue fácil cogerlo.

Pasó 10 días ingresado en una clínica, su estado era crítico, realmente no hacía nada, estaba como inerte.

Encontramos una acogida con una pareja maravillosa, amante de los animales, en una casa con mucho terreno. Prepararon un cuarto para Ammo pero él no quería muchas cuentas. Se metía debajo de un armario y no se dejaba tocar, aunque nunca dio problema para sacarlo de ahí y medicarlo.

Su diagnóstico era calcivirus e inmunodeficiencia felina. Los veterinarios no nos daba opciones reales a sus enfermedades, eran crónica e irían a peor. Tenía la boca muy mal, su ojito izquierdo con un velo blanco, tenía subidas y bajadas pero no se estabilizaba.

Empezamos a tratarlo con medicina holística, ya que llevaba mucho tiempo con antibióticos pero no solucionaban nada.

Su mamá de acogida se desvivía por él, por jugar y para que nuestro pequeño estuviera bien… Ammo empezó a tener una relación maravillosa con ella, fue a la primera persona que se acercó y empezó a sociabilizar.

Un día cuando lo llevamos al veterinario, el transportín donde iba se rompió cuando estábamos en la finca de la familia de acogida, Ammo se escapó. Se quedó por allí y empezó a ser un gato nuevo. No se le veía tan mal pero se estaba fuera de la casa y de su cuarto, aún así buscaba a su mamá y a la perra de la familia. Fueron días intensos para el, ¡le dieron mucha energía!

Pero Ammo no se podía quedar vagando por ahí. La familia tenía dos gatos más y la enfermedad de Ammo era contagiosa. Así que lo volvimos a coger y lo llevamos a esterilizar, de ahí pasó a otra casa con una de nuestras compañeras hasta que ocurrió un milagro.

Una chica maravillosa llamada Zoraida se ofrecía a acogerlo por unos meses, esto nos daba tiempo para estabilizar al pequeño.

Era una casa de ensueño para él, una terraza enrome con mucho sol, una mamá que se deshacía en amores y atenciones con él.

Ammo se convirtió en el gato AMOR, así empezamos a llamarle. En estos meses fue muy feliz, pero su enfermedad seguía avanzando.

Sabíamos que las esperanzas de vida que tenía eran pocas, pero no nos importó y lo dimos todo por él, era más importante que tuviese una vida digna hasta que él decidiera irse.

A primeros de agosto tuvo una recaída muy fuerte, fueron dos semanas muy duras para todos, especialmente para Zoraida.

Finalmente Ammo decidió partir y el 18 de agosto, junto a la persona que más amó, el pequeño se fue.

Nos dejó grandes lecciones de vida y paz en el corazón. Un gato que dse el primer momento fue de una nobleza y generosidad que pocos conocemos.

A día de hoy seguimos recordando este maravillo ser y es para nosotros un referente a la hora de seguir trabajando en colonias de gatos.

Zoraida sigue siendo una gran amiga nuestras y nos ha adoptado a un perro (Bruno) y dos gatos (Kala y Plumas). Ammo abrió el corazón de esta chica maravillosa.

Gracias a todas las personas que nos ayudaron a que Ammo fuese eterno.