Deia
Os voy a contar mi historia, soy Deia, pero antes me llamaron Cari… venga, os lo voy a contar todo:
Soy una galguita joven, yo deambulaba en un polígono industrial donde hay un cartel muy grande de una empresa que pone “Cariño”, de ahí mi primer nombre. Una chica me vio y trató de cogerme para que no estuviera allí donde corría peligro, no pudo, así que un chico de una gasolinera cercana, que me daba de comer, se ofreció a ayudar en mi rescate.
La verdad es que me hice de rogar, si me veis correr ¡¡¡alucináis!!! ¡¡Soy una flecha!! Finalmente me deje coger y esta chica me llevó a su casa donde había más perritos, es que tiene un corazón muy grande y rescata a los animalitos que lo necesitan… pero ya había muchos y no me podía quedar allí.
Esta chica mando mensaje a un montón de gente pidiendo ayuda para mí, pero nada, nadie se ofreció, fue muy triste… así que pasaba el tiempo y yo me iba acostumbrando a esta vida, estaba bien pero no feliz, tenía miedo a todo…
Finalmente “Solidarias con los Animales” respondió a las llamadas de ayuda de mi amiga humana y dos días después llegamos al veterinario con las chicas de la asociación, me hicieron pruebas, test, de todo… estaba sana aunque necesitaba algunas medicinas para ponerme fuerte. Me despedí de mi amiga, que se fue llorando, a mi también me dio mucha penita pero ambas sabíamos que era lo mejor.
Cuando salimos del veterinario, una parejita muy maja me estaba esperando, serían mi familia de acogida hasta que me adoptaran, yo tenía tanto miedo…
Llegué a esta casita donde viven Rafa e Inma y dos cachorros humanos maravillosos, Miguel y Lola. Me bañaron con mimo, me tenían una camita preparada y yo no daba crédito a lo que me estaba pasando, los príncipes perros deben vivir así, no os imagináis lo bien que me trataban. Los fines de semana íbamos a caminar al campo, en casa yo me tumbaba en mi camita, a veces Miguel y Lola se tumbaban conmigo, y dormíamos unas siestas muy ricas, este fue el comienzo de mi nueva vida.
Mi asociación tiene muy buena relación con la Fundación Ocho Tumbao. A través de esta relación conocieron a Rafa e Inma hace unos años. Un día nos escribieron diciendo que una familia que conocían se había interesado en mi, aunque mucha gente lo hizo a través de los post que se compartieron, miramos con buenos ojos esta opción. Era como cosa de magia además, en una cuidad que para nosotros es muy querida, Málaga.
Las chicas empezaron a hablar con esta familia y todo era tan perfecto que decidieron que viajara a Málaga a probar que tal y ¿quien mejor para llevarme que mis papis de acogida?. Inma lo pasó regular con mi partida, de nuevo me despedía de personas buenas e importantes para mi, pero esta sería la última despedida.
Nos enamoramos al instante, aunque mis miedos estaban latentes, me gustaba una familia con un jardín precioso para correr y unos niños encantadores, no podía pedir más.
Mi nueva mamá se llama Eva y ha trabajado mucho mis miedos, hemos ido al campo, a la playa, se lo ha currado tanto que a día de hoy pueden soltar mi correa y yo corro super veloz, ¡¡salto cual gacela!! Y cuando ella dice DEIAAAAAAAA, yo me doy la vuelta y llego hasta donde está y con mi colita le digo, ¡gracias por ser la mejor mamá del mundo!